“Mi vida no es tan interesante, por eso escribo”: Luis Negrón
El autor puertorriqueño se presentará en Barranquilla.
Cuando Luis Negrón habla, incendia. Su actitud provocadora nos recuerda a autores como el desaparecido cronista chileno Pedro Lemebel.
Desde la publicación de su libro de relatos Mundo cruel, el escritor puertorriqueño se ha convertido en uno de los autores más comentados de la lengua hispana.
Cinco ediciones van de Mundo cruel y sigue siendo un libro elogiado y comentado por su fuerza y lenguaje directo.
Las historias del libro se centran en la escena homosexual del barrio Santurce de San Juan, Puerto Rico.
Al igual que Lemebel, Alejandro Modarelli y otros, lo de Negrón es el bajo fondo. No le interesan la imagen y vida sofisticada gay que tanto promocionan los medios de comunicación.
Lo de él, como ya lo ha declarado, es la loquita del barrio, esa que tiene maridito a sueldo y peluquería desvencijada. La traducción del libro al inglés corrió por cuenta de Suzanne Jill Levine y fue publicada por la editorial Seven Stories Press en 2013. En 2014, Mundo cruel se hizo el vigésimo sexto Premio Literario Lambda a una obra de ficción.
El año pasado publicó su primer libro de crónicas llamado Los tres golpes. En medio de las dificultades provocadas por el huracán María, el autor puertorriqueño, uno de los invitados especiales al XII Carnaval Internacional de las Artes (del 25 al 28 de enero de 2018), responde esta sencilla, pero sincera, entrevista.
P: ¿Qué tan cómodo se siente con eso de ser autor marginal?
Luis Negrón: No me molesta, es una categoría académica como tantas otras. La verdad que como librero (mi oficio), nunca ha llegado nadie donde mí para pedirme un libro “marginal”. No tiene tanto efecto fuera de los estudios literarios.
P: ¿Qué tanto se involucra usted en las historias que cuenta?
LN: Mi trabajo no es autobiográfico. Cuando me hacen esa pregunta, siempre contesto que ojalá y así fuera. Mi vida no es tan interesante, por eso escribo.
P: Mundo cruel fue editado en 2010, lo ha releído: ¿se siente identificado aún con lo que ahí narra?
LN: Te diría que algunos cuentos los tolero más que otros. Pero como siempre digo, una vez se publica un libro ya no hay más remedio, y si a la gente le gusta tanto, no los voy a contradecir. Es un libro que me enternece todavía, no tanto por mi trabajo sino por los personajes.
P: ¿Ha sido cruel el mundo con usted?
LN: Y qué te digo, se sufre, pero se goza.
P: ¿Qué le atrae del bajo mundo gay?
LN: Me interesa la honestidad, la franqueza, la ilusión. El gay burgués usualmente quiere “pasar” como hetero y exige la asimilación. Me interesa la originalidad, la belleza no evidente. Le gente feliz no es tan interesante.
P: ¿Qué autores le han influenciado en este tipo de escritura?
LN: Manuel Puig es mi madre, Lemebel mi hermana, Hemingway mi papá, Mendicutti mi otra hermana. Genet mi gemela y así por el estilo.
P: Cuando declara “yo no soy gay, soy una loca”, ¿qué clase de discurso ofrece?
LN: Intento distanciarme de la forma genérica de ser homosexual. Lo “gay” es un conjunto de aspiraciones muy dirigidas por los homosexuales en los Estados Unidos. No es que sea anti-yanqui ni nada de eso, solo que me agrada vivir mi sexualidad lejos de esa imposición tan genérica y aburrida. No necesito parecerme a nadie para sentirme bien. Al menos ya no.
P: ¿En qué nuevos proyectos anda?
LN: Trabajo en una novela y en un musical. El pasado año escribí un musical sobre el sida. Me gustan los musicales, y todo género que no se toma en serio, como el melodrama, la comedia, las telenovelas. Me retan.
P: ¿Para qué le sirve la literatura?
LN: Para asomarme al mundo interior del humano.
Entrevista de John Better.